Una buena comida sabe mucho mejor cuando es acompañada por una copa de vino y es que existen tantos tipos con sabores tan distintos que pueden adaptarse a cualquier platillo, sin embargo, es importante saber cómo hacer un buen maridaje de vinos para triunfar y hacer la combinación perfecta.

En concreto vamos a tratar el maridaje de los vinos blancos.

El sabor del vino blanco es tan sutil que se lleva bien con la mayoría de los alimentos. Pescado, quesos suaves y todo tipo de verduras son excelentes alternativas para acompañarlo y en determinadas ocasiones la carne de ave también es otra opción. Lo importante es encontrar sabores que se complementan, por eso procura optar por notas delicadas que no apaguen su sabor.

Pescados y mariscos

Los pescados y los mariscos son una combinación clásica e ideal para el vino blanco. Estos potenciarán el sabor del vino y viceversa. Si se trata de pescados con un sabor fuerte, se recomienda usar un vino blanco de crianza, como nuestro Doña Beatriz.

Quesos

Si bien casi con total seguridad cualquier tipo de queso proporcionará una excelente experiencia con el vino blanco, los semicurados y curados pueden aportar melosidad, haciendo una combinación exitosa. Igualmente, los quesos más secos o más blancos irán con los vinos blancos más secos.

Carne de Ave

Acompañar el vino blanco con carne de ave es también una gran opción de maridaje, como pollo o pavo. Aunque el apoyo de una salsa bien marinada o una crema suave no se puede dejar atrás. Un vino blanco queda bien con pollo aderezado con hierbas y limón, por ejemplo.

Además de todas estas comidas existen muchas otras a las que puedes acompañar con un buen vino blanco. Los arroces con un vino blanco con cuerpo como nuestro Cepas Viejas son totalmente irresistibles. En definitiva, disfrutar del momento con un buen vino para cada ocasión.