En lo que va de año, se han conseguido mejorar las cifras de venta anteriores a la pandemia, aunque no se ha logrado recuperar las pérdidas del año 2020.
A pesar del respiro en la comercialización, las bodegas acumulan todavía el stock generado por el cierre durante meses de la hostelería y restauración, principal canal de venta de los vinos. Un stock que varía mucho dependiendo de las características, dimensiones, mercados y canales de venta de las diferentes elaboradoras. Mientras, en el campo, los viticultores afrontan el futuro inminente con la incertidumbre de en qué precio se moverá el precio de la uva, que cayó el pasado año alrededor de un 30% con una media de 0,22 euros por kilo en Rueda y 0,70 en Ribera.

Ribera del Duero ha logrado en esta primera mitad de año experimentar un aumento de un 2% respecto al mismo periodo del año 2019. Por su parte, Rueda está viviendo su año récord, al cerrar el mes de junio con un crecimiento del 4,6% con respecto a 2019. La zona había reducido sus ventas en un 10% el pasado año. En ambas Denominaciones, la subida de ventas se comprime entre los meses de marzo y junio.

La mejora en las ventas y las buenas perspectivas, auguran una situación normalizada de cara a la próxima campaña de vendimia.

Rueda lleva desde abril marcando cifras récord de ventas que han llevado a superar en un 4,6% la comercialización de vino alcanzada en el año 2019, que fue el mejor para la zona de calidad.

Fuente: El Norte de Castilla